ENSAYO GANADOR DEL CONCURSO DE ENSAYO JUVENIL:
“HACIA EL DESARROLLO SOSTENIBLE
EN LAS AMÉRICAS”:
LA
FÓRMULA DEL DESARROLLO
SEGUNDA REUNIÓN DE MINISTROS Y ALTAS
AUTORIDADES DE DESARROLLO SOSTENIBLE
EN EL ÁMBITO DEL CIDI
Del 17 al 19 de noviembre de
2010
Ministerio
de Relaciones Exteriores
Santo
Domingo, República Dominicana
Los
niños y jóvenes crecemos en un ambiente totalmente ajeno a la sostenibilidad.
En la mayoría de casos, se desconoce por qué se debe actuar sin poner en riesgo
la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
Los conceptos de desarrollo no son algo del todo familiar para un joven en la
actualidad, esto debido a que en los sistemas educativos no se pone énfasis en
esta área de vital importancia para el mundo actual. ¿Cómo vencer el fantasma
del desconocimiento? ¿Cuál es la fórmula para lograr un desarrollo sostenible?
A
pesar de que existen jóvenes emprendedores que muestran interés por temas como
el cambio climático y la biodiversidad,
nos resulta claro que no hay mucha información en manos de la población adulta actual acerca de
estos temas, con el objetivo de evitar esto en generaciones futuras y
reconociendo que es necesario “Promover una nueva cultura sobre desarrollo sostenible a través de
procesos de sensibilización y educación de la población, con énfasis en la
niñez y la juventud, como plataforma para promover un cambio de actitud en el
corto plazo.” (Proyecto de declaración de
Santo Domingo para el desarrollo sostenible de las Américas, 2010), notamos que la clave está en erradicar
la carencia de información en manos de la sociedad común acerca de qué es y
porqué es importante actuar sosteniblemente, además de implementar una gestión
integral a nivel comunitario, nacional e internacional que abra el paso hacia
el desarrollo.
Las
malas prácticas de consumismo que crean impactos negativos a la sostenibilidad
son muestra de escases de información y evidencia de falta de conocimiento. Los
ciudadanos no tienen conciencia en cuanto a equilibrio se refiere, pues los
escasos esfuerzos en busca de desarrollo se llevan a cabo en la comunidad por
parte de pequeñas organizaciones, tales como juntas vecinales y agrupaciones religiosas,
éstas se preocupan por mantener los recursos que les rodean y de esta forma
tener una mejor condición de vida, esto por medio de jornadas de limpieza,
pequeñas charlas y actividades de reforestación.
Sin
embargo, estos esfuerzos necesitan de apoyo gubernamental para sostenerse; las
autoridades deben reconocer a las
personas con iniciativas de desarrollo e invertir en el desenvolvimiento de
esas comunidades para que esos esfuerzos se produzcan a gran escala y alcancen
un mayor número de la población, en fin, mostrar las comunidades con
iniciativas como un modelo a seguir por las demás.
Una
herramienta funcional y que comprobablemente produce cambios de actitudes, es
la formada por los medios de comunicación, por lo que se debe motivar la
participación ciudadana por medio de éstos, promoviendo tanto los conceptos
básicos de sostenibilidad como los impactos negativos de las malas prácticas de
consumismo. Ésta medida con el objetivo de informar a la sociedad en general.
Es
evidente que las alianzas entre los sectores público y privado brillan por su
ausencia en momentos en que son de vital importancia para la creación de
programas que promuevan la participación ciudadana. Hay que destacar que la
responsabilidad para la conservación de los recursos y la concientización hacia
temas como la biodiversidad, basura y energía renovable es asunto de toda la
población, ahora bien, el sector privado juega un papel fundamental debido a
los aportes que su condición le permite facilitar. Viéndolo de esta manera, notamos
que si de forma individual se pueden obtener buenos resultados, entonces en una
alianza público-privada se puede lograr mucho más.
Es
una realidad que la mala planificación tiende a causar que tanto los programas
de evaluación y coordinación como
aquellos de tipo financiero, no lleguen a las zonas más vulnerables. A veces no
basta con la buena intención de ayudar, es necesario llevar a cabo los planes
en beneficio de los recursos naturales que nos rodean, pero siempre tomando en
cuenta que existen terceras personas con poca o ninguna intención de proteger
los recursos.
Además,
una medida que debe ser estudiada cuidadosamente es la selección de personal,
pues la difícil tarea de elaboración y ejecución de un programa para el
desarrollo debe ponerse en manos de personas capacitadas, gente que aprecie lo
que hace. Esto sin duda garantiza un proceso equilibrado, rendirá mejores
resultados y al final tendremos un desarrollo sostenible a largo plazo.
Ciertamente
hay motivos para preocuparse. La sociedad tiene en sus manos el cambio, algo
que se logra por medio de buenas prácticas tanto a nivel personal como
organizacional. Debemos prepararnos, reflexionar y actuar, recordando siempre
que en manos de la juventud está el futuro.
Juan Ramón Díaz
